Mientras el presidente Trump ordenó que el gobierno federal reconociera solo dos géneros, y el presidente Milei eliminó la ideología de género en los documentos gubernamentales y en los instrumentos de educación básica, la Corte Constitucional de Ecuador mandó la creación de un protocolo de adoctrinamiento para que el estado proteja una educación inicial basada en la ideología de género, mandó la aprobación de una ley a favor del aborto y otra a favor de tener relaciones sexuales con menores de edad.
Ahora, los mismos ex jueces de la Corte Constitucional son quienes, con la careta de académico, son entrevistados para promover el no en la consulta popular. Son quienes persiguen una agenda progresista y para ello están dispuestos a caminar de la mano con el “correísmo”, los anarquistas y los comunistas.
Estos ex jueces quieren adoctrinar usando la inmunidad de una institución inmoral. Proyectan sus intenciones en acusaciones en contra del presidente. Le acusan de dictador, de un activista de extrema derecha. Pero, al mismo tiempo, están acostumbrados a imponer la voluntad de 9 magistrados por encima de 18 millones de ecuatorianos.
Estos ex magistrados aman la ideología sobre la evidencia, proponen el adoctrinamiento sobre la libertad de pensamiento y, sobre todo, la decadencia moral sobre el crecimiento espiritual.
