HACE 95 AÑOS
El análisis y punto de vista de Rodolfo Maldonado en la “Monografía de la Provincia de Chimborazo”, exterioriza una entusiasmo desde lo histórico, lo geográfico, lo deportivo, lo institucional de los diferentes cantones de esta provincia, quizás con algo de exageración, destacando, de acuerdo al criterio del autor, el aporte de diferentes personas, generalmente de un determinado grupo social; casi no hay imágenes o reseñas de gente que se podría considerar del “pueblo”.
Riobamba es vista como una ciudad con: “130 años de existencia, se halla situada entre hermosas frondas; en medio de bosques y avenidas, de flores, prados y colinas; arrullada con alegres trinos de matizadas aves; circundada con gallardos montes y volcanes, cuyas gigantes moles se levantan imponentes desafiando a los tiempos; a los márgenes del poético Chibunga y el impetuoso Chambo, y bajo un cielo azulado donde el sol resplandeciente alumbra y vivifica a 40 mil habitantes.
La noble hija del Chimborazo tiene gran importancia por sus blasones de hidalguía; su notable desarrollo en las diferentes actividades; la posición en que está colocada y la estética física y moral de sus pobladores; por esto, ocupa lugar prominente en la Nación ecuatoriana.
La gaya poesía de bayardos vates y péñola de notables escritores, han trazado con galanura la magnificencia y progreso de la Sultana del Gigante de los Andes: Miguel Ángel Corral Salvador, Martín Cajas Luna, Juan Félix Proaño, César E. Arroyo, Juan Adelberto (sic), Luis Felipe y Ángel Araujo, César Naveda, Alberto Moncayo D., César Barriga M., la genial poetisa y notable artista, Luz Elisa Borja Martínez, han condensado sus sentimientos de afecto y admiración a Riobamba”
