Una mujer fue asesinada a golpes en su vivienda luego de que descubrió y sorprendió a joven en pleno acto sexual con una menor.
En Venezuela, la ciudad de Maracaibo, estado Zulia, quedó estremecida por el asesinato de Marianela Núñez González, de 59 años, víctima de una brutal golpiza ocurrida el pasado 24 de agosto en su vivienda ubicada en el barrio Los Tres Reyes Magos, parroquia Coquivacoa.
De acuerdo con el relato de familiares y versiones oficiales, la tragedia comenzó cuando la mujer sorprendió a joven en pleno acto sexual dentro de su hogar.
El agresor, identificado como Johan Duarte, alias “El Gordo”, de 18 años, se encontraba en compañía de una menor de edad.
Ante la negativa de la víctima a complacer sus exigencias sexuales, el joven reaccionó con violencia extrema, desatando un ataque mortal.
Sorprendió a joven en pleno acto sexual y desató su furia
El testimonio de la sobrina de la víctima, Andreina Aragón, fue clave para conocer los últimos momentos de Marianela.
Según relató, la mujer alcanzó a contar que, al descubrir al agresor en la escena, este la golpeó salvajemente.
El ataque incluyó puñetazos en el rostro y el pecho, intentos de asfixia y maniobras violentas para impedir que pidiera auxilio.
La víctima sufrió fracturas múltiples, costillas rotas, un pulmón perforado y complicaciones cerebrovasculares.
Pese a ser trasladada de inmediato a distintos hospitales de Maracaibo, su estado se agravó y murió pocos días después del ataque.
Vecinos del sector señalaron que escucharon gritos desgarradores durante el crimen y que el joven ya había sido visto merodeando la vivienda días antes.
Detención del presunto homicida
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) actuó rápidamente y detuvo a Johan Duarte pocas horas después del suceso.
El caso pasó a la Fiscalía Segunda del Ministerio Público, que ahora adelanta las investigaciones correspondientes.
El hijo de la víctima, Marlon Lara, declaró que su madre alcanzó a identificar al agresor antes de fallecer, confirmando la autoría del crimen.
La familia exige una condena ejemplar y asegura que no descansará hasta que se haga justicia.
Un caso que refleja la violencia en Maracaibo
El asesinato de Marianela Núñez no solo revela la crueldad de un ataque personal, sino también el nivel de violencia de género y delincuencia que afecta a la región zuliana.
Casos como este demuestran que muchas mujeres están expuestas a agresiones mortales incluso en el espacio más íntimo y seguro: su propio hogar.
La comunidad de Coquivacoa se encuentra consternada, organizando vigilias y exigiendo mayor seguridad.
Líderes vecinales solicitaron más presencia policial y protocolos de protección a mujeres en riesgo.
Indignación y pedido de justicia
Familiares y allegados de la víctima han reiterado que este crimen no debe quedar impune.
La sobrina Andreina Aragón recordó que Marianela era una mujer trabajadora, respetada en el barrio y que jamás pensaron que sería víctima de un hecho tan atroz.
Organizaciones sociales han aprovechado el caso para denunciar la falta de políticas efectivas contra la violencia de género en Venezuela.
Reclaman que las mujeres continúan siendo blanco de ataques que muchas veces terminan en tragedia.
Sorprendió a joven en pleno acto sexual: frase que marca el caso
El caso donde sorprendió a joven en pleno acto sexual se convirtió en la clave del relato judicial y mediático.
No solo refleja cómo inició la agresión, sino también el motivo por el que la víctima fue atacada con tanta furia.
Este detalle ha despertado la atención de la opinión pública y medios de comunicación, que lo señalan como un ejemplo de cómo un acto de violencia sexual derivó en un homicidio que ha conmocionado a Maracaibo y a toda Venezuela.
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Una vida apagada por la violencia
El asesinato de Marianela Núñez deja en evidencia la necesidad de reforzar la seguridad ciudadana y la protección de las mujeres en Venezuela.
La brutalidad con la que fue atacada tras sorprender a un joven en pleno acto dentro de su hogar demuestra la urgencia de acciones judiciales firmes y políticas sociales efectivas.
Hoy, la comunidad de Coquivacoa clama por justicia, esperando que este crimen no quede en el olvido y que se convierta en un precedente contra la violencia de género.
