Paro de transporte público tras eliminación del subsidio del diésel
El transporte público en Pichincha se paraliza desde el 15 de septiembre de 2025 en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel. Gremios anuncian protestas.

El anuncio del incremento del precio del diésel provocó la inmediata reacción de los gremios del transporte.
Un día después de que el Gobierno de Daniel Noboa oficializara la eliminación del subsidio, ya hay confirmación de paralizaciones y protestas.
La mañana de este sábado 13 de septiembre, los transportistas de Pichincha decidieron suspender el servicio público desde las 00h00 del lunes 15 de septiembre de 2025, en rechazo al alza del combustible de USD 1,80 a USD 2,80 por galón.
Carlos Brunis, presidente de la Federación de Transporte Terrestre de Pichincha, señaló que la medida iniciará con el transporte urbano, pero podría extenderse a otros gremios.
“La paralización se mantendrá hasta que la autoridad nos llame a una mesa de trabajo técnica para conocer cómo se definió este incremento”, afirmó.
- Leer más: Consulta popular | Gobierno quiere reducir a la mitad los asambleístas
- Leer más: Consulta popular | Trabajo por horas en el sector turístico
Rechazo gremial ante eliminación del subsidio
La decisión se suma al pronunciamiento de la Cámara Ecuatoriana de Transporte Pesado (Cetrape), que el 13 de septiembre rechazó la medida y exigió la derogación del decreto presidencial.
El gremio criticó además a la Confederación de Transporte Terrestre, presidida por Napoleón Cabrera y Luis Felipe Vizcaíno, por “usar el nombre de los transportistas ecuatorianos sin representar a las bases”.
Otros sectores también manifestaron su inconformidad. La Unión Nacional de Educadores (UNE) calificó la eliminación del subsidio como parte de un ajuste fiscal de USD 5.600 millones comprometido con el FMI y acusó al Gobierno de beneficiar a grupos empresariales.
La FEUE anunció su adhesión a las protestas, advirtiendo que la medida encarecerá la vida en el país.
Voces a favor de la medida del gobierno

Desde el ámbito económico y empresarial, la postura es distinta. El exvicepresidente Alberto Dahik calificó el subsidio como “una inmoralidad colectiva desde 1974” y aplaudió su eliminación.
El exministro de Finanzas Mauricio Pozo y el excandidato presidencial Ricardo Noboa también respaldaron la decisión, destacando su necesidad económica y el acompañamiento con medidas de compensación.
El Comité Empresarial Ecuatoriano apoyó la medida, señalando que permitirá redirigir recursos a áreas prioritarias como salud, educación y seguridad, además de desincentivar el contrabando y generar condiciones favorables para la inversión.
- Leer más: Noboa envía nuevas preguntas para reforma constitucional y consulta popular
- Leer más: Visita de Marco Rubio revela pugna global por la influencia en Ecuador
Tensión tras la medida del gobierno sobre el subsidio
Mientras el Gobierno defiende la eliminación del subsidio al diésel como un paso necesario hacia la sostenibilidad fiscal y el saneamiento de las cuentas públicas.
Los gremios del transporte y diversas organizaciones sociales anticipan paralizaciones y protestas en varias provincias del país.
Según sus voceros, la medida no solo afecta directamente a los transportistas por el encarecimiento de sus operaciones, sino que también repercutirá en los usuarios, quienes podrían enfrentar alzas en las tarifas y un encarecimiento general del costo de vida.
Los dirigentes advierten que el impacto no se limita al sector del transporte urbano y pesado, sino que se extenderá a la economía popular y a las cadenas de producción y distribución.
Además, cuestionan la falta de socialización de la medida y exigen la instalación inmediata de mesas técnicas de diálogo con el Ejecutivo para evaluar mecanismos de compensación que mitiguen los efectos negativos en la ciudadanía.