Debido a los trabajos de mantenimiento que atraviesa el Centro Comercial Popular La Condamine los comerciantes han sido reubicados.
El Centro Comercial Popular La Condamine, uno de los puntos más tradicionales de comercio en el centro de Riobamba, atraviesa un proceso de remodelación que busca garantizar mayor seguridad y comodidad para comerciantes y clientes.
La obra principal consiste en el cambio total del techo, una intervención que responde a un pedido histórico de los usuarios y que se ejecuta por fases.
Durante años, los comerciantes reclamaron la renovación de la cubierta, debido a que la infraestructura ya había cumplido su vida útil.
En temporada de lluvias, las goteras y filtraciones eran constantes, afectando tanto la mercadería como la atención al público.
Owen Bayas, propietario de un local en La Condamine, explicó que esta intervención es necesaria, aunque implique molestias temporales:
“El cambio de techo ya era necesario, porque la cubierta anterior ya cumplió su vida útil. Era un pedido de muchos años y finalmente esta administración lo ha hecho realidad. Yo sé que ahora incomoda porque debemos mover la mercadería y adaptarnos, pero a largo plazo será un beneficio, tanto para los comerciantes como para la ciudadanía”, señaló.
Reubicación temporal en “la playita”
El proceso de remodelación inició con la sección de calzado y sombreros, considerada prioritaria. Mientras avanzan los trabajos, los comerciantes fueron reubicados de forma temporal en la calle Carabobo, entre Colombia y Esmeraldas, en el sector conocido como “la playita”.
Allí, la Municipalidad entregó carpas de 2×2 metros para que los vendedores continúen con sus actividades.
Bayas comentó que la reubicación fue coordinada con varias entidades municipales:
“Todo se manejó bajo coordinación con la administradora, con Gestión de Riesgos y otras instituciones. Salimos por unos días y ahora, poco a poco, vamos regresando a nuestros locales. Sé que incomoda, pero era necesario para mantener el servicio y cuidar nuestras fuentes de trabajo”, mencionó.
Molestias en plena temporada escolar
Aunque la mayoría de comerciantes reconoce la importancia de la obra, no todos quedaron conformes con el proceso.
Algunos aseguran que la reubicación coincidió con la temporada escolar, uno de los momentos más fuertes en ventas, lo que provocó pérdidas económicas.
Una comerciante de calzado señaló que la iniciativa es positiva, pero lamentó la afectación al bolsillo:
“Es una buena idea porque había muchas goteras, pero nos perjudicó justo en la temporada de clases. Muchos compañeros fueron reubicados afuera y la gente ya no entraba al centro comercial. Los que nos quedamos adentro nos sentimos abandonados y nuestras ventas bajaron. Incluso nos endeudamos esperando más movimiento que no llegó”, relató.
Este testimonio refleja la tensión entre la necesidad de renovar la infraestructura y las dificultades económicas que enfrentan los vendedores durante la transición.
Expectativas a futuro
Pese a los inconvenientes actuales, los comerciantes coinciden en que el cambio de techo es una inversión necesaria que permitirá recuperar la confianza de los clientes.
Las expectativas apuntan a que, una vez concluida la obra, el Centro Comercial Popular La Condamine se consolide como un espacio más atractivo, seguro y competitivo en el comercio riobambeño.
Los vendedores esperan que las fases siguientes de la remodelación se realicen con mayor apoyo, para evitar pérdidas económicas y garantizar que el proceso se cumpla en los plazos previstos.
“Yo sé que estos cambios son incómodos ahora, pero a futuro nos van a beneficiar. Queremos seguir manteniendo la permanencia en el centro comercial y brindar un mejor servicio a la ciudadanía”, concluyó Bayas.
