Con categorías Sub-15, Sub-16 y Sub-18, la Escuela Cisneros busca destacar en el Mundialito y formar futbolistas para el futuro profesional.
La escuela formativa del Cisneros nació este año como resultado de un masivo proceso de scouting realizado para la segunda categoría, en el que participaron cerca de 400 aspirantes de diversas edades.
Aunque inicialmente no estaba en los planes, la alta convocatoria motivó a crear un espacio estructurado para el desarrollo de nuevos talentos.
Actualmente, la institución trabaja con categorías Sub-15, Sub-16 y Sub-18, integradas por más de 60 jóvenes, en su mayoría riobambeños.
Logros y objetivos de la Escuela Cisneros
En pocos meses, el equipo Sub-15 logró el subcampeonato en el torneo Castro Loaiza, mientras que cinco de sus jugadores ya forman parte del primer plantel.
El objetivo, según sus dirigentes, es que en un plazo de tres años el 100% de estos futbolistas nutran la plantilla profesional.
Alejandro Andrade, gerente deportivo, y Cristian Espinoza, encargado de formativas, coinciden en que este proyecto no solo fortalece al primer equipo, sino que también da continuidad a una tradición futbolística que ha acompañado a la institución durante décadas.
Ambos, exalumnos del Cisneros, señalan que la formación se apoya en entrenamientos diarios, supervisados por el profesor Marco Bonilla, reconocido por su trayectoria en Chimborazo.
Talento de todo el país en la Escuela Cisneros FC
El 70% de los jugadores proviene de Riobamba, mientras que el resto llega desde distintas provincias. La visión es que, con disciplina y trabajo, alguno de estos jóvenes pueda representar al fútbol chimboracense a nivel nacional e internacional.
En el corto plazo, el reto más cercano es el Mundialito de Diario La Prensa, torneo en el que el Cisneros buscará demostrar la capacidad de sus nuevas generaciones.
“Somos ganadores desde que empezamos, y sé que los muchachos lo van a lograr”, expresó Andrade, destacando la motivación y hambre de victoria que tienen sus dirigidos.
