14 enfermeras quedan embarazadas al mismo tiempo en el hospital St. Vincent. de Wisconsin en Green Bay, lo describen como milagro compartido
En el corazón de Green Bay, Wisconsin, 14 enfermeras del área de maternidad están embarazadas al mismo tiempo en el mismo hospital.
Lo que podría parecer un guion de película, es una realidad que ha generado ternura, solidaridad y muchas sonrisas en el centro médico y en toda la comunidad.
La coincidencia, que se conoció durante la Semana Nacional de las Enfermeras, ha sido descrita como un «milagro compartido» por quienes forman parte del hospital.
La directora del área de mujeres y bebés, Amy Bardon, fue quien hizo pública la noticia:
«Este es un momento increíble de transformación para muchas de nuestras enfermeras. Algunas serán madres por primera vez y están viviendo esto juntas, como una gran familia.»
De acompañar partos a vivirlos en carne propia
Estas profesionales están acostumbradas a recibir bebés todos los días.
Son expertas en dar consuelo, cuidar recién nacidos y acompañar a las madres en sus primeros minutos con sus hijos.
Pero ahora, el escenario ha cambiado para ellas: están del otro lado. Y eso ha generado un vínculo emocional sin precedentes.
«Es hermoso ver cómo nos apoyamos unas a otras. Si una tiene náuseas, la otra tiene caramelos. Si una está cansada, las demás se turnan para cubrirla»
contó una de las futuras madres.
Han creado un grupo de apoyo espontáneo, donde comparten consejos, miedos y hasta ecografías.
La mayoría está llevando sus controles prenatales en el mismo hospital, lo que hace que su rutina laboral y su experiencia de embarazo se entrelacen cada día más.
Una ola de empatía que transforma el ambiente
La noticia ha traído una energía distinta al hospital.
“Hay una alegría colectiva que se siente en cada rincón. No solo entre las embarazadas, sino en todo el personal”
afirma Bardon.
Esta cadena de embarazos no solo ha fortalecido la amistad entre ellas, sino que ha creado un ambiente más humano, más empático.
Incluso los médicos y pacientes han reaccionado con afecto:
“Es contagioso el buen ánimo. Y es lindo saber que esas enfermeras que atienden con tanto amor también están formando su propia familia”
comentó una paciente habitual del hospital.
Desafíos y logística por delante
Aunque el hospital aún no ha definido cómo manejará las licencias de maternidad simultáneas, desde la administración aseguran que ya trabajan en un plan para asegurar el normal funcionamiento del área sin comprometer la calidad del servicio.
Por ahora, las fechas de parto no han sido reveladas, pero se espera que los nacimientos se den en distintos momentos durante los próximos meses.
Una experiencia que marcará sus carreras
Estas enfermeras no solo sumarán una experiencia personal inolvidable, sino que también incorporarán una mirada más sensible y cercana a su labor.
Haber estado en el lugar de las pacientes les permitirá comprender aún más las emociones, los temores y la alegría que viven las madres primerizas.
Mientras tanto, en el hospital St. Vincent se respira ilusión.
Porque más allá del uniforme y el estetoscopio, estas mujeres están viviendo una etapa que las unirá para siempre.
Un regalo inesperado que convierte cada jornada laboral en una celebración silenciosa de la vida.
